Existen pequeñas reglas de protocolo a la hora de asistir a una cena de empresa o si estás invitad@ a una cena privada.
Si tienes dudas a la hora de vestirte, primero fíjate bien en la invitación que te han dado, en la gente que va a asistir; segundo, la sencillez es la mejor opción. El clásico vestido negro de cóctel con unos tacones, será una buena alternativa. Para ellos un pantalón chino, una camisa y una blazer, será un acierto total. El clásico zapato de cordones de piel vuelta rematará el look masculino.
La puntualidad es algo importantísimo. Se considera una falta de respeto hacia el anfitrión y los invitados.
Debes llevar un detalle para el anfitrión, mejor que no sea nada para la cena, más bien algo sencillo relacionado con el tipo de cena al que asistes.
No te agobies si no sabes bien cómo saludar a los invitados. Debes ser observador fijándote siempre en lo que hace el resto de la gente. Es importante que seas lo más natural posible.
Cuando paséis a la mesa, hay que esperar a que el anfitrión nos indique cuál es nuestro sitio, ya que es él el que lo habrá dispuesto con anterioridad.
Hasta que no tengan todos los de la mesa el plato servido, no se debe empezar a comer.
¿Problemas con los cubiertos? Se utilizan de fuera hacia dentro. Es decir, primer plato es igual a cubierto que está más hacia fuera, y así sucesivamente. ¿Ves que sencillo?
Ah, y no te olvides cuando acabes de comer dejar los cubiertos juntos con el filo del cuchillo hacia dentro.
Estas pequeñas normas básicas cada vez son más reclamadas, pues poco a poco se han ido dejando en el olvido. Pero son necesarias para nuestras relaciones sociales.
Foto sacada de www.elle.es