Amaya Arzuaga emplea estructuras de hilos en sus vestidos de fibra y los volúmenes constructivos en sus vestidos nube. ¿Los materiales? Piel, lana, seda de metal y lentejuelas bicolores. El negro, protagonista para el largo de la colección. También hubo otros colores, como el naranja fuerte y el azul cobalto.
El resultado de esta colección son prendas con demasiados elementos y por lo tanto difíciles de encajar en cualquier cuerpo porque en lugar de disimular defectos los va a acentuar. Nos parece muy poco favorecedora aunque si original y arquitectónica.
¿Qué opináis?