Seguro que más de uno os preguntaréis como trabajamos los Personal Shopper. Bueno pues os vamos a relatar como se desarrolla un servicio concreto, como por ejemplo el regalo que hace Alejandro a su novia Sandra por su 6º aniversario. Alejandro contacta con nostras y nos dice que quiere regalarle a su novia un día de compras y una asesoría del cabello; quiere que se sienta “Reina por un día”. Nuestra labor es reunir toda la información posible sobre nuestra homenajeada y para ello pedimos fotos, detalles sobre gustos, trabajo, características físicas, etc, y con todo ello nos ponemos manos a la obra para poder conseguir el objetivo.
Primero con las fotos nos reunimos con el colorista y el estilista para el cabello y definimos cual es el corte y el color más adecuado a su fisonomía.
En un segundo paso recorremos las tiendas que se adecuan a su estilo y presupuesto, seleccionamos todas las prendas y las reservamos.
Y llega el día señalado y a las 10.00 de la mañana nos damos cita en un café muy céntrico del barrio Salamanca. Ella, por supuesto, no sabe lo que le espera y cual es su sorpresa cuando nos acercamos y le decimos: “Hola somos tu regalo de aniversario, tus Personal Shopper durante media jornada”. Se le abre una amplia sonrisa y dice: “es broma, no?”. Por supuesto que no lo es y a continuación mientras nos tomamos un café para relajar el ambiente y que ella se vaya sintiendo más cómoda con nosotras, le explicamos que vamos a llevarla de compras y que tenemos un montón de tiendas y prendas seleccionadas que va a poder probarse y comprar si lo desea. En ese instante notamos que Sandra ya se ha entregado completamente, se deja llevar y aconsejar confiando plenamente en todo aquello que le aconsejamos.
Está feliz y se prueba absolutamente todo. Hay prendas que en su vida se habría atrevido a probar, pero, cual es su sorpresa cuando descubre que le sienta de miedo y además puede combinarlo con ese vaquero que se ha probado antes. Todo es una locura, porque ha dejado atrás la pesadilla de ir de compras y probarse solamente aquello que creía que le sentaba bien. Jamás había soñado con ponerse una falda de talle alto, ni un pantalón de corte masculino, ni que decir de una blusa vaporosa o un cuello halter. Y así un sin fin de opciones para vestirse que nunca pensó que podría lucir.
Naturalmente que se sintió REINA POR UN DÍA y para muestra un botón. Fijaros en estas fotos.