Ayer estuve cenando en un restaurante de Madrid y cual fue mi sorpresa al ver ( como buenas observadoras que tenemos que ser para desempeñar bien nuestra profesión ) encima de la mesa un aparato electrónico redondo con tres botones claramente diferenciados: uno era para llamar al camarero, otro para pedir agua o cualquier otra bebida y el último para pedir la cuenta.
Me pareció un invento fantástico!!! Cuántas veces estamos esperando, hasta llegar a perder la paciencia, a que venga el camarero. Queriendo estar atentos a la conversación de nuestros amigos, pero sin dejar de otear el lugar en busca de esa persona que nos atienda lo más rápidamente posible para cubrir nuestras necesidades.
No me digáis que en más de una ocasión no habéis pensado en marcharos del restaurante sin pagar, porque la persona encargada de cobrarte no hay forma de que aparezca por tu mesa. Pues la solución la pude encontrar y, sobre todo, probar en este restaurante de Madrid.
Además para el personal del local es una alternativa fabulosa para estar un poquito menos estresados, sin tener que estar en todo momento pendientes de cada una de las mesas. Creo que es un aparato que nos beneficia a todos.
Lamento la mala calidad de la imágen. Hice lo que pude.